Quedémonos desnudos,
¿quién va a sospechar que nos quitamos la venda de los ojos
y las hojas que cubrían nuestros pubis?
deja que te explore el vientre,
no tenemos nada más que hacer afuera,
nada más que mirarnos soslayadamente
y hacer que pase la ilusión del Tiempo,
que se entreabran lentamente tus pestañas,
eso, eso es lo último que quiero sentir
cuando me rinda el cansancio,
tus ojos extraviados mirando que sé yo que cosa
de mis ojos tristes.
E. R. Aristy
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