Los monstruos son creados iguales,
cubiertos con el soberbio traje de los ideales,
en la hora negra,
sus ojos brillan como puñales.
©ERA
E. Roxane Aristy
A Carlos López Dzur
Cuando deshoja la tarde
su corola de luces,
entre lazos de brasas
del poniente sol,
se enciende la noche
asombrosa y suave,
lago suspenso
en el infinito
de su lecho azul.
En su ritmo ondulante
duermo,
flor,
bajo sus sombras
sueño sueños
en el centro de su fulgor.
Dentro,
inefable aparición de símbolos,
otredad de mi verso
traversa
el equívoco de la razón.
Cuando muere la tarde
en su melodía
y
quejumbrosamente
apaga su canción,
la música que arde
en las lejanías
fue toda tuya,
y fue, aunque
no lo creas,
fue también mía.
En la noche llena
de esa otra noche,
cerca de los astros,
en la lejanía,
tu canción hermosa,
mi canción vacía,
se escucha el susurro
de su melodía.
© ERA
E. R. Aristy