Anoche vinieron y me robaron la cara,
usurparon mis manos,
me violaron las piernas en mitad de la sala,
se llevaron mis fotos,
mi ombligo, mis orines de flores,
mi retina hinchada se rodó por la almohada,
y quedé a oscuras
como un embrión
en la matriz de mi cama,
y ví.
Ví la saciedad de la muerte;
una procesión de hormigas,
cargando mis ojos.
cargando mis ojos.
E. R. Aristy
1 comentario:
Este poema está para leerlo 1000 veces. Me has emocionado.
Publicar un comentario